lunes, 20 de agosto de 2012

CEFOT 1 ¿por qué no Medalla de Extremadura 2012?


El 22 de julio de 1995, el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura, a propuesta de su Presidente, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, acordó otorgar la Medalla de la Comunidad Autónoma a la Agrupación Táctica “Extremadura”, conformada sobre la Brigada Mecanizadad XI, ubicada en la Base General Menacho. El citado Decreto venía a reconocer el trabajo que las Fuerzas Armadas Españaolas venían realizando en la consecución de la Paz en la históricamente convulsa antigua Yugoslavia. A día de hoy, en la información oficial que se recoge de la Brigada XI en la página web del Ejército de Tierra, la Medalla de Extremadura es la primera distinción que se incluye.
El Decreto 10/1990, regulador de la Medalla de Extremadura, señala en su artículo primero: “1.- La “Medalla de Extremadura” tiene por objeto distinguir a las personas y entidades, cualquiera que sea el ámbito de su actividad, dentro o fuera de Extremadura, hayan destacado por sus méritos y por los servicios prestados a la Región. 2.- Esta condecoración podrá ser concedida, también a autoridades españolas o extranjeras por motivos de cortesía o reciprocidad.”
El pasado viernes, 17 de agosto, el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura, a propuesta de su Presidente, José Antonio Monago Terraza, acordó otorgó la máxima distinción regional a diversas personas y entidades. Cinco en total.
Las vicisitudes por las que viene pasando una institución como el Centro de Formación de Tropa nº 1, Cefot 1, ubicado en el Campamento de Santa Ana, en Cáceres, hubiera merecido mayor capacidad de reflejos por el gobierno regional, que, una vez más, ha perdido una oportunidad de mostrar su apoyo, explícito, público, al Centro cacereño, sobre el que se cierne la decisión del Ministerio de Defensa de cerrarlo, por cuanto en las previsiones gubernamentales para 2013 y 2014 se mantiene la congelación de las ofertas de empleo público.
Los reflejos políticos son los que demuestran la verdadera talla de los dirigentes de la res publica. Y así, mientras en 1995, con motivo de la primera misión en el extranjero que desarrollaba la Brigada Mecanizada XI, con el nombre de Extremadura, el gobierno regional de entonces no tuvo dudas en la concesión de la Medalla.
Hoy, a dos semanas vista de la celebración de la fiesta regional, un gobierno autodenominado de los mejores, está demostrando no serlo, ni siquiera en asuntos sobre los que no sería necesario advertirles, y que tendría efectos claramente positivos.
Si el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura, aun sabiendo de modo fehaciente que el Ministerio de Defensa tiene prácticamente decidido el cierre del Cefot 1, hubiera tenido la valentía de la que presume su presidente (o se le aplica aquello de perro ladrador poco mordedor o se le va la fuerza por la boca), habría concedido la Medalla de la Región al Centro de Formación de Tropa nº 1. Y, con esa distinción, las más alta que los extremeños podemos otorgar, comprobar si, de verdad, el Partido Popular, responsable del gobierno regional, lucha por los intereses de la Comunidad Autónoma o sus cargos públicos se limitan a mantener el culo sentado en la poltrona.
Los méritos, más que acreditados, del Centro de Formación de Tropa nº 1, no son solamente por el alto nivel de su capacidad de formación de nuevos soldados, sino por su trayectoria desde que se creó, en 1964, con el nombre de Centro de Instrucción de Reclutas nº 3, y las sucesivas denominaciones (Centro de Instrucción de Reclutas “Centro” o Centro de Instrucción y Movilización nº 1), hasta ahora, siendo referencia de Extremadura para los más de 400.000 ciudadanos que han pasado por sus instalaciones, bien como reclutas durante el Servicio Militar Obligatorio, bien desde la implantación del ejército profesional.
Haber planteado antes esta opción, haber iniciado antes una campaña en favor de conseguir la Medalla de Extremadura para el Cefot nº 1, habría supuesto una negativa del Partido Popular a participar en ella, por su sometimiento enfermizo a las decisiones que el gobierno de la nación viene adoptando, sean o no perjudiciales para Extremadura o cualquiera de sus pueblos o ciudades. De ahí que la única esperanza estaba en que José Antonio Monago, que su bio de twitter se vanagloria de presidir esta preciosa tierra (aunque no permita a muchos ciudadanos acceder a sus comentarios tuiteros), hubiera tenido agallas y reflejos políticos para otorgar la Medalla de Extremadura al Cefot nº 1, que habría sido un escudo potente para garantizar su futuro. Pero agallas, ninguna, y reflejos, atrofiados por el ansia de mandar, a falta de capacidad para gobernar.
Vale.  

No hay comentarios: